Chanel, la ecología inspira la Alta Costura en una colección muy zen.
Puesta en escena bella y relajante en el desfile de alta costura de Chanel para esta primavera 2016. El escenario, una casa panelada de reminiscencias japonesas rodeada de altos árboles. El desfile, sobre un jardín de hierba con canales de agua transparente y fresca, muy zen. Madera, tierra, agua, con los elementos de la naturaleza bien presentes. Karl Lagerfield crea una atmósfera en la que la mujer armoniza con la naturaleza para presentar una colección inspirada en una vida más ecológica. Así, la alta costura refleja la preocupación social por la ecología. Un pensamiento en tendencia, cada vez con mayor peso también en el mundo de la moda.
Las modelos tal libélulas, flotan elegantes sobre la pasarela. Caminan en calma como una neblina suave en tonos neutros, visones, blancos, platas, arenas y destellos de beige, color fetiche de Coco durante los años 20. Los brillos y los detalles coloristas saben romper esta sobriedad de un modo elegante. Las siluetas cogen volumen en los cuerpos con formas redondeadas muy depuradas. Mangas amapoladas, hombros semiesféricos… casi rígidos pero enteramente étereos. Los estilismos se estrechan en la parte de abajo en faldas lápiz cortadas al sesgo. Moños bajos en forma de media luna refuerzan el carácter oriental de la puesta en escena. Todo fluye.
Entre chifones, Chanel usa la madera, la paja y otros materiales similares como protagonista de la colección. Tejidos, broches, aplicaciones, cenefas y tramas que sus talleres artesanales crean y trabajan meticulosamente a partir de estas materias primas. El proceso, un delicada elaboración que eleva la artesanía textil a la categoría de obra de arte. El resultado, una elegancia natural,sin excesos. Estilismos lujosos, interpretados en clave naturaleza, casi rústicos.
Un tratamiento de los materiales realmente bello para lanzar al gran público una reflexión sobre la ecología. Vestidos repletos de abejas, protagonistas de preocupaciones medioambientales en los últimos tiempos. Chanel se hace eco de estas cuestiones haciendo lo que mejor sabe hacer: imaginar. Y puestos a imaginar, ¿puede Chanel convertir esta tendencia en moda? ¿puede la moda ser eco-lógica? Ojalá.